La consulta osteopática

 

Una consulta osteopática dura en promedio 1 hora.

 

Comienza con una anamnesis para conocer el motivo de consultación del paciente y también sus antecedentes (medicales, quirúrgicos y traumáticos), sus hábitos personales y profesionales (trabajo, deportes, etc...). El objetivo de este interrogatorio es buscar la o las causas reales de los trastornos aparentes.

 

Continúa con un examen físico basado en una observación estática y dinámica, test medicales y neurológicos con el fin de eliminar cualquier contra-indicación, y luego test osteopáticos para buscar zonas de desequilibrio o con falta de movilidad. Si durante los test, el Osteópata se percata que la patología no hace parte de su ámbito de aplicación, no dudará en solicitar exámenes adicionales y / o referir al paciente a otro profesional de la salud.

 


El tratamiento es únicamente manual y se adapta a cada paciente en función del motivo de consulta, su edad, de su morfología, etc... Las técnicas osteopatícas pueden ser estructurales, craneales y / o viscerales.


Al final de la consulta, el Osteópata le aconseja (estiramientos, práctica deportiva, higiene de vida, etc...) con el fin de potenciar su tratamiento y / o para prevenir una recaída.

Es importante no hacer esfuerzo físico durante 2/3 días después de una consulta para que el cuerpo se adapte al tratamiento.


El ritmo de las consultas varía de un caso a otro. En general, la Osteopatía es eficaz en una o dos consultas, con un intervalo de 2/3 semanas por consulta. La Osteopatía es también una medicina preventiva. Un chequeo periódico con el Osteópata permite evitar la instalación de disfunciones de movilidad que pueden causar futuros dolores.